Javier Corcobado

Obstantemente, obstante,
obstante porque no,
¿por qué no?
Porque la vida es un pelo,
porque la muerte es un hielo.
Colecciono fresas de naranja
y batidos de melón
y todos podridos
cantan blues.
Te vendo un despertador nuclear.

Obstantemente, obstante,
obstante porque no,
¿por qué no?
Era la piragua del prado de Pérez,
era un cigarro de vapor,
un bocadillo de menta,
un laberinto de amor.
Que no se te mueran los ojos,
que tu piel caliente siempre,
que tu boca no aprenda el dolor.

Obstantemente, obstante,
obstante porque no,
¿por qué no?

Porque cabeza es una cabeza
y siempre miente al corazón.
Suicídese en una fiesta
y mienta siempre al corazón.
Fume a veces amarillo
y beba coñac de limón.
Ginebra, culebra, talle usted las rocas
y busque doncellas frescas.
Barcos rubios, sangre de cristal,
claveles de mercurio, entrepiernas de sal.

Obstantemente, obstante,
obstante porque no,
¿por qué no?,
¿por qué no?,
¿por qué no?